Acevedo y Pola, José María Francisco de Borja

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Descripción

Primo de Álvaro Flórez Estrada, José María Francisco de Borja Acevedo y Pola, de familia de Noreña (Asturias) residente en el palacio de Miraflores, nació el 15 de octubre de 1763 en Vigo (Galicia), adonde había sido destinado su padre, Manuel Jacinto de Acevedo y Navia, brigadier de los ejércitos de Su Majestad y Mariscal de Campo, que fallecería en 1783.

En 1770 se mudó con su familia —en la que José María era el tercero de siete hermanos (el primero, Vicente María, lo fusilarían en Espinosa de los Monteros, durante la guerra de la Independencia)— a Noreña (la Villa Condal, capital del concejo o municipio del mismo nombre), al solar que en el palacio de Miraflores tenía su madre, María Josefa Pola y Navia, natural de Celles (Siero).

Por respetar los deseos de sus padres, siguió la carrera militar. A los 15 años ingresó en el Real Colegio Militar de Zaragoza, donde estuvo tres años, al final de los cuales fue destinado al Campo de San Roque (Cádiz) como integrante del ejército que intentó recuperar sin éxito Gibraltar para España. Más tarde, estudió durante dos años tácticas militares.

Pero la vida religiosa era su verdadera vocación. Logrado el permiso materno para abandonar la milicia, a los 22 años ingresó en el Carmelo de Valladolid. Una vez terminados los estudios, decidió ingresar en el Desierto de San José de Batuecas (el nombre de desierto lo daban los carmelitas a conventos aislados como éste, un auténtico vergel, por cierto) y lo hizo el 21 de noviembre de 1797 a la edad de 34 años. Estaba en tierras del Ayuntamiento de La Alberca (Salamanca), muy próximo a Las Hurdes y rodeado de algunos afluentes del río Batuecas y de abundante y variada vegetación (pinos, madroños, higueras, cedros, tamariscos, acebos...). Durante la guerra de la Independencia hubieron de ser desalojados sus moradores, entre ellos Francisco de Borja, quien, según Miguel Ángel Fuente Calleja, Cronista Oficial de Noreña, fue el ermitaño con más fama en todo el valle de dicho río, Sierra de Francia y pueblos de esa comarca salmantina.

En 1827 regresó por última vez a Noreña para visitar a su anciana madre, quien se lo había pedido encarecidamente. En la actualidad esta villa tiene una calle con su nombre que está próxima a la pequeña capilla de La Soledad.

Falleció el popularmente conocido como P. Cadete el 3 de junio de 1837.

En 1935 hubo un intento de beatificación impulsado por las sedes episcopales de Coria, Tuy y Oviedo, que no prosperó. Uno de sus biógrafos, el Padre Dámaso de la Presentación, dijo al respecto que «la iglesia no confirmó la voz del pueblo».

Fuente: Datos facilitados por Miguel Ángel Fuente Calleja - EuroWeb Media, SL

Concejo de Noreña

De pequeño tamaño y de gran valía, cuna de las mejores industrias cárnicas y chacineras de Asturias y de fiestas gastronómicas sin parangón vinculadas al ‘gochu', animal que cuenta con un monumento en el corazón de la villa condal, capital del concejo. Así es Noreña.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Noreña son: Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Noreña, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Nora

Dulcemente montañosa y verde, cuenta con la mayor llanura de Asturias. Despensa ecológica y energética, sus entrañas son la ‘arteria' del carbonífero en el corazón minero, industrial, ilustrado y medieval de Asturias.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Llanera, Noreña y Siero. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«La gastronomía asturiana es una auténtica joya culinaria que deleita los sentidos y transporta a los comensales a un mundo de sabores y tradiciones únicas. Situada en el norte de España, en la región de Asturias, esta tierra montañosa y costera ofrece una gran variedad de ingredientes frescos y autóctonos que se convierten en auténticas delicias gastronómicas.»